Personal

La creatividad y yo…

No soy la mujer más creativa que conozco, tal vez es un don que no me creído, quizá sea una habilidad por descubrir y potenciar, o de pronto es algo que viene y va, así como la inspiración, viene y va.
El caso es que, aunque la creatividad no es uno de mis adornos, sé reconocer cuándo está más ausente que nunca; y después de reflexionar al respecto siento que esto sucede cuando me siento tan inmersa en cosas de adulta como: pagar las cuentas, ir al mercado, pensar en la economía, preocuparme por el clima, la crisis ambiental, estudiar, leer, hacer ejercicio para mantener mi salud, procurar estabilidad entre el trabajo, mi hogar, y mi salud mental, las vacunas y el alimento del perro, etc.. ¿Cómo podemos con tanto a la vez?

Me pierdo en la adultez muchas veces, me abruma, no por la edad; porque curiosamente amo cumplir años, verme y sentirme bien. Amo mi hogar y mi gente, me disfruto mi trabajo y agradezco la posibilidad que tengo de poder cumplir con mis responsabilidades; pero me perturba que llegar a la vida adulta implique dejar de lado nuestros anhelos más internos, porque simple y llanamente “no hay tiempo”, o eso es lo que nos han hecho pensar. A mi me ocurre que eso me apaga toda creatividad posible para sacar ideas a flote, para pensar más allá de lo evidente y concretar proyectos para los que más adelante lamento no haberme arriesgado por estar cuidando mis ocho horas diarias de sueño, porque sino al día siguiente estaría frente al espejo como un zombie 🧟‍♀️

Reconozco, sin embargo, que mi vida tampoco es aburrida. Gracias a mi capacidad de introspección y a mi niña interior que viene a mi cuando más la necesito, no he perdido mi capacidad de asombro, y espero no perderla nunca porque es la mejor herramienta que he encontrado para desconectarme por momentos de este mundo, tan agitado a veces. Así que la creatividad, aunque muchas veces no venga a mí, la imaginación sí que está presente, y ella me permite fantasear en mis tiempos libres con cientos de posibilidades, idealizar mis sueños, me lleva a lugares increíbles por medio de una buena lectura y adoro cuando tengo tiempo de reinventar mis días saliendo de la rutina con un corto paseo, la conversación con mis amigos, una cena romántica con mi esposo, o simplemente me doy permiso para no hacer absolutamente nada. Incluso, me sorprende muchas veces mi capacidad de dormir plácidamente ignorando la cruda realidad que a veces el mundo nos presenta.

Gracias también a que mañana no tengo que madrugar estoy escribiendo esto mentalmente desde las 3.30am. Claramente, en un día cotidiano estaría tan cansada que me obligaría a permanecer en la cama hasta que mi despertador anuncie el inicio de mi rutina diaria, pero esta vez me despertó una sensación de vacío; me hacía falta escribir, desahogarme y reconocer que no han sido días fáciles.

Para concluir esta reflexión tan personal, porque ya va a amanecer, confirmo una vez más que la creatividad surge más fácilmente en las madrugadas, cuando todo lo demás duerme. El ruido, tanto interno como externo apaga mi ser creativo, que luego de estar muy ausente por un tiempo aparece tan fuerte que no me deja dormir.
En la oscuridad de mi habitación doy vueltas en la cama, quiero un té caliente, quiero poner en palabras lo que estoy sintiendo, decido levantarme, comprobando y agradeciendo al mismo tiempo el hecho de que por fin se me quitó un dolor severo que he tenido en la espalda desde hace dos días, los medicamentos por fin hicieron su efecto y me quedo con la conclusión de que si me tomo la vida tan en serio podría correr el riesgo de perder lo más genuino que hay en mi.

En fin, 5:54 am, escribir es terapéutico, me voy a dormir, pero antes, ¡Gracias por leer hasta aquí!

Curiosamente,

Jineth Ceballos

Deja un comentario